¿Qué medidas de prevención deben tomarse al trabajar con amianto?
Protección del entorno
Protección del entorno:
La protección del entorno y de las zonas adyacentes al lugar donde se van a desarrollar los trabajos de desamiantado, a fin de garantizar la seguridad de las personas y otros seres vivos que allí se encuentran, consiste básicamente en aislar la zona afectada.
Para confirmar que las medidas de aislamiento del área de trabajo están siendo eficaces será necesario realizar mediciones ambientales durante los trabajos de desamiantado para determinar la posible contaminación del aire por fibras de amianto, pudiendo así estimar si existe riesgo de exposición en el entorno.
Las concentraciones esperables a obtener en dichas mediciones deberán ser 0 para asegurar que no hay contaminación por fibras de amianto en zonas ajenas al área de trabajo.
Por supuesto, para proteger el entorno de forma eficaz, también resulta absolutamente imprescindible gestionar correctamente los residuos de amianto.
Mediciones ambientales y personales:
Antes de comenzar con los trabajos de desamiantado, siempre que por las características de los trabajos a realizar resulte necesario, y en cualquier caso, tras la finalización de los mismos, será imprescindible realizar mediciones ambientales a fin de lograr:
- Determinar la concentración ambiental de fibras antes de realizar una operación de desamiantado que sirva como valor de referencia.
- Evaluación de la eficacia de la limpieza y descontaminación después de realizar una operación de desamiantado para determinar si la zona reúne condiciones adecuadas para su ocupación o para evidenciar la existencia de contaminación residual que debe ser eliminada antes de dar por terminadas la obras.
Si tras finalizar los trabajos, en las mediciones ambientales se detecta que sigue habiendo presentes fibras de amianto será imprescindible realizarlos de nuevo, hasta que finalmente, se obtengan mediciones que aseguren la no existencia de fibras de amianto.
Además, de acuerdo con los artículos 4 y 5 del RD 396/2006, durante el transcurso de las labores de desamiantado se realizarán también mediciones personales, que no podrán superar el límite que marca legislación de 0,1 fibras por centímetro cúbico.
Minimización de fibras:
Teniendo en cuenta que los problemas que el amianto causa en la salud derivan de la inhalación de las fibras que de él se desprenden, resulta lógico pensar que una medida de prevención básica pasará por tratar de lograr minimizar la presencia de fibras en el área de trabajo.
Para ello, deberá tratarse de reducir la emisión de fibras y disminuir la dispersión de fibras en el ambiente, lo cual se podrá llevarse a cabo con diversas acciones, como por ejemplo intentar retirar los materiales enteros, sin fragmentarlos o realizando limpiezas y recogidas continuas de los residuos generados.
Protección laboral de los trabajadores
Formación de los trabajadores:
Los trabajos de retirada y descontaminación de amianto siempre deben ser ejecutados por profesionales con la formación y experiencia laboral adecuadas.
La obligatoriedad de contar con dicha formación la establece el artículo 13 RD 396/2006, de 31 de marzo, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto, donde también se determina que ésta deberá estar impartida antes de dar comienzo a los trabajos de desamiantado.
Al tratarse de trabajos dentro del ámbito de las obras de construcción dicha formación deberá realizarse con- forme a lo que establezca el convenio sectorial.
Evaluación de la exposición del puesto de trabajo:
Todas las empresas que realicen actividades con riesgo de exposición al amianto están obligadas realizar la evaluación y control del ambiente de trabajo, de acuerdo con lo establecido en los artículos 4 y el 5 del Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto.
Los procedimientos de trabajo que se tomen como base para la evaluación de riesgos en cada obra, han de estar contrastados por tomas de muestras y análisis personal, que asegure índices de exposición que no excedan los recomendados por el Real Decreto 396/2006.
Dicha evaluación de riesgos servirá, entre otras cosas, para determinar el número máximo de horas que puede, un trabajador, estar realizado los trabajos con exposición al amianto. Esta limitación del tiempo de exposición se encuentra regulada y siempre debe ser respetada.
Una vez finalizada cada obra, se debe hacer un registro de datos de evaluación de exposición de los trabajadores.
Protección de los trabajadores:
Todos los trabajadores que realicen actividades con riesgo de exposición al amianto deben estar provistos de los equipos de protección individuales requeridos para cada trabajo, los cuales deberán ser de tipo 5 ó 6.
Los EPI más habituales empleados en trabajos de desamiantado son los siguientes:
- Monos desechables
- Gafas o pantalla (que se puedan descontaminar)
- Mascarillas auto-filtrantes FFP3 desechables o de filtro de partículas P3
- Guantes de nitrilo con puño de plástico
- Botas de seguridad antideslizantes
- Arnés de seguridad (para trabajos en altura)
Descontaminación de los trabajadores:
Tras terminar con los trabajos de desamiantado, lo más habitual es que los trabajadores deban ser descontami- nados, por su propia seguridad y la de los demás, ya que si no se lleva a cabo dicha descontaminación se corre el riesgo de que éstos se conviertan en un elemento propagador de fibras de amianto.
Este proceso se lleva a cabo en la denominada unidad de descontaminación, la cual consta de un mínimo tres módulos (módulo de sucio, módulo de ducha y módulo de limpio) y actúa de transición entre la zona contami- nada o área de trabajo y la zona no contaminada.
Las unidades de descontaminación deben contar con un sistema de filtrado de agua que garantice la ausencia de fibras de amianto en los vertidos. No obstante, todos los residuos generados en la unidad de descontamina- ción deberán ser tratados.
Dentro de la unidad de descontaminación se realizará una depresión de aire para que la misma se encuentre en presión negativa. El aire extraído será filtrado a través de un filtro HEPA. Por otro lado, el agua procedente de las duchas deberá pasar un sistema de filtración que garantice su correcta limpieza para poder verter estas aguas a saneamiento
Protocolos de vigilancia de la salud:
Como ya se ha explicado en capítulos anteriores de la guía, las enfermedades causadas por la exposición al amianto pueden tardar años, e incluso décadas, en aparecer. Por tanto, llevar un seguimiento de todas aquellas personas que han estado o, por su actividad laboral están, expuestos a fibras de amianto resulta imprescindible para el pronto diagnóstico y tratamiento.
En esta línea, todas las empresas inscritas en el RERA (ver apartado 5.9) están obligadas a recopilar y mantener actualizada la siguiente documentación, de acuerdo con el artículo 18 del Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto:
- Las fichas para el registro de datos de la evaluación de la exposición en los trabajos con amianto
- Las fichas para el registro de datos sobre la vigilancia sanitaria específica de los trabajadores
Además, existe un programa específico en las Comunidades Autónomas para facilitar que las personas expuestas al amianto pasen revisiones médicas periódicas llamado PIVISTEA (Programa integral de Vigilancia de la salud de los Trabajadores Expuestos al Amianto).
Enlaces:
Consulta la guía completa aquí:
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