¿Qué es la economía circular?
La economía circular es un modelo de producción y consumo que supone utilizar los materiales y productos durante el mayor tiempo posible, recurriendo para ello a la reutilización, reparación, renovación y reciclaje, reduciendo los residuos generados, especialmente los no utilizados.
Este concepto ha ganado importancia y reconocimiento por ser un planteamiento que permite satisfacer las necesidades de producción y consumo de una forma más sostenible.
La economía circular se centra en que el valor que tienen los productos, materiales y recursos se mantenga en los procesos de producción y uso el mayor tiempo posible, con el fin de reducir la generación de residuos. Se basa en completar su ciclo de vida y potenciar un uso eficiente en la fabricación y el consumo.
Entender cómo se realiza una correcta gestión de los recursos y cuáles son las obligaciones de cada agente–que se expondrán en el punto 5- permite establecer una estrategia clara de optimización de los recursos y planificación, minimizando la producción de residuos y generando una economía circular.
Como ya se ha indicado, en el ámbito global los residuos de demolición suponen una elevada fracción de los residuos totales. Por lo tanto, la economía circular supone un cambio de paradigma al plantearse la necesidad de reutilizar y reciclar estos residuos, para conseguir el objetivo de la sostenibilidad económica del proceso.
¿Qué es el residuo de construcción y demolición?
Por residuo de construcción y demolición (RCD), se conoce toda aquella sustancia u objeto que se genere en una obra de construcción o demolición, aunque ésta definición queda completada por el artículo 2 del Real Decreto 105/2008, que lo define como “cualquier sustancia u objeto que, cumpliendo la definición de «Residuo» incluida en el artículo 3.a) de la Ley 10/1998, de 21 de abril, se genere en una obra de construcción o demolición”.
Este tipo de residuos se originan especialmente en derribos, obras de excavación o cuando se rechazan materiales de construcción en obras nuevas y reformas, así como en trabajos de reparación y mantenimiento de edificios que tengan obras asociadas a los mismos.
Por último y, para contar con más datos sobre su descripción, el artículo 2 de la Ley 7/2022 define los residuos de construcción y demolición como “aquellos residuos generados por las actividades de construcción y demolición”.
Dentro de los RCD, los residuos de Demolición en particular, son algo más complejos, pues requieren la separación de componentes para un mejor aprovechamiento en trabajos posteriores de valorización y reciclaje, como pasa por ejemplo con la separación de barras de acero del hormigón armado. Por lo tanto, que se debe realizar una demolición selectiva lo mejor clasificada y separada posible para reducir el porcentaje de residuos de rechazo en las obras de demolición.
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