¿Qué modelos de gestión de residuos impulsa la economía circular?

Las 3 R –reducir, reutilizar y reciclar- son bien conocidas por todo el mundo como la fórmula para alcanzar la sostenibilidad en nuestros procesos productivos. Aun siendo así para muchas personas, existen otras seis R que complementan a las anteriores y plantean una nueva forma de asimilar la gestión de residuos:

  • Repensar: Plantear, desde la fase de diseño, cuáles pueden ser las mejores soluciones, que generen una menor huella ecológica y la menor cantidad de residuos no valorizables.
  • Rechazar: Evitar aquello que puede dejar de generarse, como por ejemplo embalajes innecesarios o materiales con una huella alta.
  • Reducir: Eliminar elementos innecesarios y cambiar las formas de consumo, por ejemplo comprando materiales a granel y devolviendo las partidas sobrantes al fabricante para no generar residuos innecesarios.
  • Rediseñar: Una vez planteadas las mejores soluciones, diseñar con criterios de sostenibilidad y diseño ecológico para encontrar aquella opción que más ventajas pueda aportar en este sentido y, en el caso de que no pudiera ser viable, diseñar de nuevo siguiendo la jerarquía establecida.
  • Refabricar: Analizar el estado actual de un proceso o material y reacondicionarlo y replantear los procesos de para reducir los residuos en su transcurso.
  • Redistribuir: redistribuir los residuos, convirtiéndolos en un nuevo recurso para que pertenezcan de nuevo al circuito económico.
  • Reutilizar: Volver a utilizar aquello que continúa en buen estado.
  • Recuperar energía: Valorizar energéticamente para aportar un nuevo uso al residuo.
  • Reparar o Restaurar: Para alargar la vida de un material o cambiarlo de uso.
  • Reciclar: Transformación del residuo para obtener un nuevo material, sustancia o producto que tenga características comparables a las del material al que sustituye, de tal manera que permita su uso directo en un proceso productivo, con la misma finalidad u otra diferente, garantizándose la protección de la salud humana y del medio ambiente.

¿Cómo reintegrar los recursos que se obtienen en las obras de demolición y descontaminación?

Hay que tener en cuenta que el sector de la construcción requiere un gran porcentaje de recursos básicos como agua, energía y materias primas. Estas últimas, son las que acaban convirtiéndose en residuos si no se reutilizan o reciclan los elementos constructivos.

Para evitarlo, hay que poner la vista en la economía circular. Todas esas toneladas de RCD producidas pueden convertirse en materiales de alta calidad reintegrados en el proceso productivo, evitando el uso de materias primas. Esto se puede llevar a cabo siguiendo los criterios básicos de circularidad del Catálogo de buenas prácticas del Ministerio para la Transición Ecológica:

  • Favorecer la aplicación del principio de jerarquía de los residuos, descrito en el punto 4.3 de esta Guía, con acciones que aumenten la valorización, incluyendo la mejora en la recogida y separación de residuos y de su trazabilidad.
  • Aumentar el valor de circularidad por recuperar materias primas de calidad a través de la valorización.
  • Reducir los impactos asociados a la mala gestión de residuos, al no incinerar ni verter RCD.

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