¿Qué residuos se pueden reutilizar, reducir, reciclar, mantener o desechar en obra?

Es fundamental establecer una gestión de los residuos empezando por su reducción, dado que el mejor residuo es aquel que no se genera. Considerando esta premisa, algunas de las medidas para la prevención para conseguir que la gestión de los residuos generados en la obra sea más sostenible son:

  • Reutilizar, en el caso de obras de demolición, aquellos materiales extraídos en fases posteriores de la obra, como podrían ser carpinterías, tierras, piedras, tejas o elementos estructurales de madera.
  • Favorecer el uso de elementos desmontables o reutilizables para promover su posible reutilización o reciclaje.
  • Reducir los embalajes, que generan un porcentaje significativo de los RCD.
  • Reciclar todos aquellos materiales para darles un nuevo uso que en primera instancia no ha sido posible reutilizar, como por ejemplo piezas cerámicas rotas que pueden pertenecer posteriormente a una mezcla de áridos reciclados o la fracción pétrea que puede servir como materia granular para hormigón o clinker de cemento.
  • Algunos materiales como pavimentos o alicatados que supongan un excedente, pueden mantenerse en la obra con el objetivo de contar con un pequeño inventario que permita tener algunos recambios cuando puedan ser necesarios.
  • En el caso de que ninguna de estas opciones anteriores sea viable, como último recurso se pueden desechar los residuos que se generen, siempre y cuando se haga a través de un gestor valorizador.

Para separar los residuos a reutilizar se dispondrán de contenedores específicos, los cuales se localizarán en zonas reservadas, con fácil acceso, en los recintos de la obra que serán señalizados convenientemente.

¿Qué tratamientos previos deben hacerse mediante un gestor valorizador dentro y fuera de la obra?

A continuación se precisan aquellos tratamientos que se hacen preferentemente en la obra y cuáles fuera o son mixtos. Todo ello dependerá de aspectos como los medios, las implicaciones de espacio y la repercusión medioambiental.

Las operaciones de tratamiento previas a la valorización dentro de la obra son:

  • Clasificación: trata de segregar cada uno de los RCD por su tipo.
  • Desmontaje: división en partes o componentes de un elemento constructivo, que incluye la separación final de los mismos.
  • Separación de los componentes del residuo: incluye la retirada de componentes y el lavado.
  • Compactación: trata de optimizar el volumen y forma para su transporte.

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