Descontaminación

La Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados, que a su vez transpone a normativa Española la Directiva 2008-98-CE sobre residuos, de 19 de noviembre de 2008, define residuo como “cualquier sustancia u objeto que su poseedor deseche o tenga la intención o la obligación de desechar”.

Se considera peligrosos a los residuos que, por sus características,
suponen un grave riesgo directo para la salud de las personas o del medio ambiente.

Un resíduo se considera peligroso cuando está presente al menos una de las siguientes características, que aparecen desarrolladas en la guía informativa:

  • H1 Explosivo
  • H2 Oxidante
  • H3-A Fácilmente inflamable
  • H4 Irritante
  • H5 Nocivo
  • H6 Tóxico
  • H7 Cancerígeno
  • H8 Corrosivo
  • H9 Infeccioso
  • H10 Tóxico para la reproducción
  • H11 Mutagénico
  • H12 Sensibilizante
  • H13 Ecotóxico
  • H14 Residuos susceptibles

Resíduos peligrosos habituales: productos químicos inorgánicos, amianto, PCB y aparatos contaminados con PCB, plomo, fluorescentes, hidrocarburos y aceites usados, pinturas y disolventes, trapos impregnados, pilas y baterías, imprimaciones y sellantes, residuos radiactivos, etc.

Amianto:

El amianto es un producto mineral de gran durabilidad y de reducido coste. Se trata de un material muy resistente al calor, abrasión y tracción.

Los productos que contienen amianto no presentan riesgo para la salud si las fibras permanecen fuertemente unidas, pero pueden ser perjudiciales cuando los materiales se rompen o se desgastan y las fibras se inhalan cuando son liberadas al entorno.

La cantidad de amianto que contiene un producto no está relacionada con el aumento del riesgo para la salud.Las principales enfermedades asociadas a la exposición al amianto son: mesoteliomas, cáncer de pulmón y asbestosis.

Si se va a manipular este material, se deben tomar las medidas de precaución adecuadas y recurrir a empresas especializadas, dado que su manipulación, como en el caso del resto de los residuos peligrosos debe ser especialmente delicada.

Plomo:

El plomo es un metal blando que ha sido conocido a través de los años por muchas aplicaciones, desde productos metálicos, cables y tuberías a pinturas y pesticidas.

El plomo se puede acumular en organismos individuales, está considerado como elemento químico especialmente peligroso porque también puede llegar hasta el ser humano a través de la cadena alimenticia.

Además, el plomo puede generar efectos crónicos como hipertensión, malformaciones congénitas o daño en el hígado y riñones.

Si es detectado durante en una inspección, el plomo debe ser retirado mediante un proceso de descontaminación como el descrito en la guía informativa.

PCB:

Los PCB (policlorobifenilos o bifenilos policlorados)  están prohibidos en la mayor parte del mundo, y deben retirarse de inmediato de cualquier estructura, material o soporte que los contenga por su peligrosidad para la salud de las personas.

Estos residuos peligrosos son sustancias escasamente biodegradables y con una persistencia muy larga. Tras su vertido en el medio ambiente, se acumulan en la cadena alimentaria, se amplifican en los organismos vivos y son resistentes a la degradación.

Los efectos negativos de los PCB radican esencialmente en su carácter de disruptores del sistema endocrino y han sido acusados de causar cáncer de mama, de cerebro, melanomas malignos, linfomas, sarcomas de tejidos blandos, etc.

Es necesario descontaminar aquellos residuos peligrosos que por sus características o estado (por ejemplo, volatilidad) suponen un riesgo directo para la salud de las personas o del medioambiente, requiriendo un proceso de aislamiento, retirada y acondicionamiento específicos.